Friday 23 July 2010

Pequeñas infamias

By the pricking of my thumbs, something wicked this way comes.

Algo malo ha sucedido en casa de los Teldi. Este libro nos lleva a ese lugar y ese momento para luego retroceder y explicar como hemos llegado hasta allí. Está a medio camino entre el misterio y la crítica social.

En mi opinión es una novela que no defrauda, tiene varias subtramas que se juntan al final de todo y hacen una historia bastante decente. Al principio es muy, muy liosa... Se hace la presentación de los personajes muy pronto y se dan detalles que al lector que ni siquiera conoce las tramas aún no le interesan en un principio, luego cuando se avanza en la historia se descubre que esos detalles eran importantes y dan ganas de volver atrás y releer las presentaciones.

El estilo me gusta bastante. Fluido y elegante, con el puntito solemne... se parece un poco (salvando las distancias) al de Zafón.

No sé muy bien cómo recomendarlo, supongo que a quién le guste Zafón le gustará también esta novela.

Friday 16 July 2010

El guardián entre el centeno

Supongo que debo ser del 0'01% al que no le gusta este libro.

Esta frase que he dicho condicionará todo lo que yo diga sobre la novela de Salinger. Entiendo todo el tema de que tiene un trasfondo y un doble sentido y que en realidad alberga una gran crítica a la sociedad, a su hipocresía y trata sobre el paso de infante a adulto y la resistencia del adolescente a dar el paso y bla, bla, bla... pero no me gusta. Lo siento. El trasfondo es muy bonito pero el "envoltorio" no podía ser peor.

No me gusta que me lo pinten como un libro rebelde y transgresor cuando no lo es.
¡Ooooh! ¡Tiene 16 años y se va al bar de un hotel a beber whisky con soda y a intentar ligarse a unas treintañeras! ¡Cuidado! El protagonista dice "¡jo!". Creo que no podré soportar un vocabulario tan soez... Quizá fue transgresor en 1950, pero ahora no. A parte, lo de las treintañeras es imposible, el chaval es un flipado.
No me gusta que el libro trate de como un chaval mimado y bipolar se pasa 2 días durmiendo por ahí sin ir a su casa para no contarle a su padre que le han echado del enésimo colegio para niños ricos. Claro, entonces el padre podría quitarle la paga millonaria que le da y el pobre chaval no podría ir a garitos a beber whisky con soda e invitar a otras chicas o gastarse el dinero en tonterias... Y eso sería una desgracia.

El libro está narrado en primera persona como no podía ser de otra manera, con el vocabulario típico de los adolescentes de forma que el estilo no es nada depurado, se repiten muletillas, hay poco vocabulario, etc. Esto ayuda a creer que realmente alguien joven te está contando la historia... Pero no evita (más bien incentiva) que acabes odiando al protagonista.
Porque no puedo evitar pensar en Holden (así se llama el protagonista) como un Ni-Ni de los de ahora... Resulta que lo han echado de unas 6 o 7 escuelas caras de las que le paga el papi pero a él no le mola la gente que estudia allí, dice que es "gente falsísima" cuando él miente y engaña como el que más y cuando le preguntan qué quiere ser de mayor él ni corto ni perezoso dice que quiere ser el guardián entre el centeno, que quiere recoger a los niños que juegan en un campo de centeno para que no se caigan por un barranco como en un poema muy famoso. Que sí, que es una metáfora y todo lo que queráis, pero el tío es un jeta de narices... Con un padre abogado y rico ya te puedes ir a recoger críos por el campo ya...
Si Holden viviera en el siglo XXI sería un perroflauta con Mac.

La única pequeña cosa que me gusta es la visión del protagonista de la muerte y una frase:
Who wants flowers when you're dead? Nobody

Supongo que la grandeza de este libro es que aunque diga que no me gusta y que odie al protagonista lo voy a recomendar. Quiero que la gente experimente las sensaciones que he tenido yo leyéndolo... Que odien o amen a Holden Caulfield.

Wednesday 7 July 2010

Ánima

Tengo una alma muy exhibicionista pero mi cerebro contrarresta (¡y de qué manera!) con altas dosis de phronesis y una mezcla de timidez y protección celosa de mi intimidad.

Suerte de mi particular auriga.