Wednesday, 18 May 2011

How to be a London girl (Chapter 2)


Los últimos días en London fueron una locura total. Me he dado cuenta de que si en castellano digo mucho "Madre mía" en inglés su sustituto es un "Oumaigad!" que repito en esos momentos en que el surrealismo supera lo que estoy viviendo como en muchos de los casos que se han dado estos días.
Voy a intentar explicarlo en orden cronológico y de forma ordenada, pero no prometo nada.

En el capítulo anterior lo dejé en la parte en la que nos íbamos de fiesta... Pues bien, la noche fue bastante surrealista. Fuimos con J. uno de los compañeros de piso de Aina a una especie de discoteca llamada East Village que tenía muy buenas críticas en Internet y así fue como comprobé que el mal gusto de los ingleses no se reduce sólo a lo gastronómico (Por favor ¿Cómo puede un país tener como comida típica un triste plato de pescado con patatas fritas?) sino también a todo lo relacionado con la fiesta y los jolgorios varios.
En el East Village se suponía que había dos ambientes distintos y muy buena música... Cuando llegamos allí sólo había una sala con música rara que no nos motivaba, le preguntamos al portero por donde se iba al otro ambiente y nos señala la puerta, total, que para ir al supuesto otro ambiente había que salir a la calle y meterse en el bar de al lado en el que ponían música medio india con algo más de ritmo que en la otra sala.
No tardamos mucho en irnos de allí y entonces vino lo mejor de la noche, mi gran descubrimiento, lo que más echaré de menos de London... ¡¡Los Beigels!! Os preguntaréis: ¿Qué es un beigel? Los Beigels son una especie de panes con forma de donut que van rellenos de algo, normalmente ternera con mostaza, de salmón, de salami... o de chicken with mayo, mi preferido. (Mayo es mayonesa, que como dice Aina: "Aquí ho escurçen tot"). En definitiva, lo que viene siendo un bocadillo redondo de toda la vida. Encima la Beigel shop estaba abierta 24h y al volver por Brick Lane hacia casa las dos veces que salimos de fiesta nos paramos allí a comer uno y yo no sé si era porque tenía hambre o qué pero estaban buenísimos!
De camino a casa después de pasar por la Beigel shop cogimos el autobus. Ese fue otro de los momentos surrealistas de la noche porque se nos acercó un chico y estuvimos hablando con él, al enterarse de que éramos de Bcn nos empezó a hablar en un castellano con acento cubano ya tu sabes (deduje que era la traducción literal de You know, muletilla que usan mucho los ingleses) luego también resultó que hablaba francés y chapurreaba algo de alemán. J. le decía "I hate you guy!" y no me extraña, porque yo también me moría de la envidia viendo a alguien hablar 3 idiomas como si nada.
Pero ahí no acabó la cosa... Al llegar a casa nos esperaba T. despierto para jugar a la ruleta! XD Nos recibió con un "Welcome to my Casino! Make your bets, please!!" Se ve que por la madrugada en la tele dan un programa de la ruleta en la TV y él lo puso, se montó un tablero improvisado y apostando 1p jugábamos. Por si os interesa aposté 2p y los perdí, pero J. tuvo bastante suerte aunque al final lo perdió todo y le dijo en broma a T. "Are you sure you're not jew?"

El eritrocito sorprendido o el eritrocito muñeca inchable
Al día siguiente fui a ver el mercado de Candem que es un poco como el C/ Tallers i "El Camello" juntos pero en el que de vez en cuando encuentras alguna joyita como el Cyberdog. En la entrada anterior hablé del Abercrombie, pues si el Abercrombie era como una discoteca... el Cyberdog es un after. Música electrónica a todo volumen, luces no aptas para epilépticos, camisetas fosforito y mil chorradas de esas que te encantan pero que nunca te compras. Yo me compré un eritrocito (palabra que me gusta) de peluche que vi hace mucho tiempo por Internet y me había quedado con la espinita de comprármelo.
Ese mismo día era el cumple de B. y fuimos a celebrarlo por la noche con un buen puñado de amigos suyos. Antes habíamos estado en el tejado de casa de Aina tomando el fresco (y tan fresco) y disfrutando de las vistas. Me encantó el tejado, tenías que subir por una escalera y levantar una tapa que era literalmente parte del propio tejado, escalabas por la inclinación y te podías sentar en la parte más alta del tejado. Aún puedo decir más veces la palabra tejado: tejado, tejado, tejado. XD

La noche fue muy divertida, acabamos en un bar en el que servían cocktails en una especie de peceras enormes para compartir, nos pedimos el "Red Mexican" y el "Bunny with a gun" que estaban bastante buenos. No voy a decir más cosas de esa noche porque prefiero guardármelas y reírme yo sola cuando lo recuerde.
Volviendo para casa comimos el beigel de rigor y me metí en la cama para dormir exactamente 1 hora. A partir de ese momento empezó mi particular odisea:

Me levanté a las 5:15 para coger un bus a las 5:35 que me llevaría a Liverpool Street donde tenía que coger otro bus a las 6:20 para llegar al aeropuerto a las 7:15 y pasar con tiempo los controles de seguridad que me habían dicho que eran muy largos y había que ir con 2h de antelación por si acaso. Pues yo a las 7:30 ya estaba en el dutyfree... Y eso que me habían registrado el neceser y todo. Se ve que tienes que pasar los líquidos en una bolsa específica pero yo en Girona los había pasado en mi neceser dentro de la maleta y no había habido ningún problema. Allí me lo hicieron sacar de la maleta y meter todos los líquidos en una bolsita que tuve que comprar por 25p. En fin... Seguimos con la historia, a las 9:30 cinco minutos antes de la hora de salida del vuelo nos comunican por megafonía que el vuelo se iba a retrasar un poco... casi nada, 5 horas. La parte positiva de todo esto es que podré contar a los nietos que de joven dormí a lo homeless en un aeropuerto con los pies encima de la maleta para que no me la robaran. Y la anécdota es que durante esas 5 horas escuché una conversación entre unas chicas que estaban sentadas a mi lado, una de ellas estaba diciendo que era cantante de música electrónica, que ella no era famosa aún pero que su novio se había hecho ahora famosillo porque había hecho y cito textualmente: "Una cancion que se llama loca people no se si la conocéis... Una que dice Johnny la gente esta muy loca" XDXD holaaaaa?? Estaba flipando cuando la oía decir eso. Y las chicas que hablaban con ella decían: "Si, si, de algo me suena, la he oído alguna vez por la radio."
Cuando por fin llegué a Girona me enteré de que a mis padres se les había estropeado el coche al venir a buscarme y volvimos en autobus. Total que llegué a mi casa a las 20:30.

Y así terminó mi aventurilla por tierras londinenses. No quiero acabar sin nombrar un par de cosillas curiosas más de esta ciudad al hilo de lo de las escaleras mecánicas que dije en la entrada anterior. Ahí van:
1. No hay papeleras. En serio, es verdad, como te comas un caramelito y seas un poco cívico tienes que llevar el maldito envoltorio hasta el fin del mundo. Aina me comentó que había llegado a la conclusión de que era por el tema de los atentados, les sale más a cuenta no poner papeleras y que estén las calles sucias que arriesgarse a que les metan un paquete bomba. En general estan bastante acojonados con el tema de la seguridad. El día después de mi vuelta cerraron Trafalgar Square por una amenaza de atentado bomba, imaginad.
2. Los pasos de cebra son inexistentes. Bueno existir existen, pero nadie les hace caso... Es un poco como en Roma, pero no tan caótico. Aunque en Roma si que había pasos de cebra, cruzarlos era todo un acto de fe como si estuvieras en el puente invisible de la peli de Indiana Jones: Hay que tener fe en que los coches se pararán, lanzarte al paso de cebra y ellos se paran. Pero en London como el paso de cebra está tan lejos como la siguiente papelera decides cruzar por el medio de la calle, lo malo es que aquí no se van a parar porque estás en medio de la calzada...

En resumen he quedado muy contenta de mi mini experiencia por tierras anglosajonas. Me han quedado muchas (muchísimas) cosas por ver y ya tengo ganas de repetir y quizá me quede por allí algún tiempo más... ¿Quién sabe?

1 comment:

Lina Schneider said...

Bueno, ya veo que la parte "interesante" de la excursión te la vas a guardar para tí. (como tiene que ser!) Quizá algún día nos quieras regalar el oído. Por otro lado, vislumbro la posibilidad de que podamos perderte de vista, y como se dice siempre en estos casos (para consolarnos), "si es para bien...."
Aunque mirándolo positivamente, siempre podemos ir a visitarte. UY! don't worry. It's a joke!. Many, many kisses MÚA!!!!